lunes, 11 de mayo de 2020

Precipicio



A la hora en que el paisaje se aparta y salpica la oscuridad
puedo escribir los versos más tristes a la orilla de mi aliento
con las luces que sombrean entre las ramas negras de la sospecha.

Arrojo la mirada a los tonos de la noche
como si entrara voluntaria en la prisión
y aplastara con la frente los cristales encendidos
hasta que esta soledad escupa las costras de las horas muertas.

Desfilan  ritos y estandartes y 
la fiebre entra en el color de los renglones,
deliran juramentos y sentencias,
mentiras de osada frivolidad.

Tiempos feroces de pandemia.
Política de máscaras y bufidos.
Realidad rota, perversa, sucia.
              Renacimiento remoto

A la hora en que el paisaje se aparta y
nos ciega la oscuridad
puedo escribir los versos más tristes a la orilla de mi aliento.
A esta hora en que
la vida de muchos vale muy poco
y nosotros, sin saberlo.