martes, 12 de octubre de 2021

Oscilaciones

 


Entra el otoño hasta el patio y el trajín de la vieja teja  es continuo.El tejado se está mudando a bocanadas de viento, derrama al suelo los huesos de aceituna y recibe las primeras hojas amarillas del moral.
La vieja teja, como ella, se tambalea sobre la pendiente en equilibrios precarios.
Aurora la vigila cada día desde su silla de ruedas. Calcula la fuerza de cada apretón del aire, el empuje del último chaparrón o el insistente repiqueteo de los pájaros por las hendiduras.
A veces cree que, como ella, la teja aguantará poco, que acabará por caer partiéndose en mil pedazos.
Aurora la sostiene con la fuerza de su mirada, con la intención de que resista, igual que ella, los envites.

Al amanecer, los golpes de la contraventana la despiertan.
Sube a la silla de ruedas y sale enseguida al patio.
La vieja teja oscila de borde a borde como una loca. Parece a punto de caer. Entonces, Aurora pone sus manos sobre las ruedas y avanza al lugar exacto.

lunes, 13 de septiembre de 2021

Lágrimas al otro lado

                                                 


                                                      
                                                            Para A.


A qué te agarras cuando nadie 
elige tu nombre
cuando  solo el espejo 
echa en falta tu mirada
cuando no hay número que marcar ni 
cama para invitados
cuando te espanta 
tu absoluta soledad
cuando tu lugar está tan al filo
cuando nadie depende un poco de ti
cuando acabas por tacharte 
de tus propios intereses
cuando el día es un eructo
un abismo
un quémásda.

A qué te agarras
para declararte en rebeldía 
para remangarte  y 
sacarte de la negrura
para no contemplar 
la palabra claudicar.

Alma de diosa, garra 
de pantera, piel 
de caimán 
quiero resistir mis huracanes
con tus muros.


miércoles, 4 de agosto de 2021

Trampas ambulantes




Como la cebolla fresca
o el rico melocotón vendo 
mis imposibles.
Voceo por las calles y me paro 
en cada esquina
buscándoles compradores.

Quiero aligerar la carga
volver libre 
y olvidarme de deudas y balanzas.
Quiero perder del todo
lo ya perdido 
y estrenar un aire 
que mande el vértigo a paseo
que ordene mis pasos con rima
que me envuelva y zarandee.

No quiero morderme más uñas 
ni picar el anzuelo 
de las preguntas oscuras.
No quiero parar hasta deslizarme.
Quiero detener el sol y
sostenerle la mirada
quiero apostar al caballo ganador. Por eso 
me armo 
me repongo entre los espejos y 
busco pinturas de guerra.

Cuando llego hasta el umbral del coraje
miro la punta de mis pies y
pensándolo dos veces
doy el paso decisivo.

Y lo atravieso. 

Así, una y otra vez.
 


martes, 27 de julio de 2021

Estiramiento



Quieta, no te muevas,
tus párpados aún persiguen alas blancas.
No hay luz
ni silencio
sin un vuelo.
 
La acera, el árbol, las líneas del mundo 
borran el chispazo de la noche.
Un aire distinto pero idéntico
enjuaga las paredes de tu cuerpo.
 
Quieta,
sigue ahí,
respira el roce del tiempo,
llena tu vientre de ese brío impetuoso que
poco a poco se levanta,
aclara el agua turbia de tus sueños.
 
Centrifuga las distancias.
 
Corrige el sonido de la pendiente que te empuja
para el mismo lado,
desenrolla con cuidado la piel, papel
retorcido de la noche.
 
Sí,
tus pliegues siguen marcados
de cal blanca,
del chapoteo del agua entre las avispas,
del tiempo suelto de la calle,
del sabor a palo dulce, 
de los rombos de la niñez.

Suelta también ese amarre .
Desengánchate. El parto 
que te expulsa de la noche ha terminado.
Ya respiras
por ti misma. Una ola retozando en el aire.
 
Huele  la calma
 
A l a r g a l a t r e g u a h a s t a s a c i a r t e





miércoles, 9 de junio de 2021

Tras ellas




La jornada se disuelve  
en colores y  pisadas nebulosas 
fugaces sombras que se apagan
antes de abrazar la tierra.

Lentas pierden el paso, olvidan
el giro de las estatuas y el descenso
por los muros resignados.

La ropa mojada  pende de las costuras
se balancea al son del viejo toldo
mientras, respiro 
la  mansedumbre de las hojas
bajo la guarda del viento
persigo la caída muda de la luz
en los pliegues de la tarde, añoro 
el destierro incipiente de la luna
el abandono de los ojos entornados,
protejo con mi cuerpo la quietud.

Mas, golpean  en mi cabeza
unas ansias invasoras que buscan
otras penumbras
otros  silencios
en la voz de las palabras. Entonces
echo a correr 
                                                 la tinta.  

domingo, 30 de mayo de 2021

Insomnio


Y al fin
amanece. 

Levanto victoriosa otra noche de contienda
 contra la cara más dura 
del tiempo.


.

sábado, 29 de mayo de 2021

La costra




Las olas 
peces carnívoros  
bordean el pecho plastificado 
de recuerdos.

El destino desbarata la orilla 
amordaza con silencios las gargantas
tiritan las pupilas  
el aliento lanza lágrimas 
sin salvavidas.
 Sobre la carne olvidada 
 disparan su vuelo las gaviotas.
 
El agua 
ondea al vaivén de las banderas
disuelve de nuevo otra historia 
que no será.






viernes, 28 de mayo de 2021

Sí o no

 



Desde los agujeros del pecho
se desploman las palabras
No sé si entran o salen los algoritmos
si se quedan o se van las ganas
no encuentro la distancia en el almanaque 
ni en los posos del café
ni en el sitio del sofá
o más allá de los labios.

La inclinación de las miradas
pone a prueba nuestro designio
se tambalean el tiempo y las razones
se llena de torpes vuelos el camino
parpadea 
la única vela encendida. Qué pretende
por qué no se apaga en esta tormenta
qué sombras protege
cómo se filtra la llama
por los huecos de mi pecho
por qué me ilumina y me quema a la vez.

Busco y busco sin detenerme ansío
adivinar la distancia pero
esta mañana
sólo recuento agujeros.                



.    

lunes, 18 de enero de 2021

El nido de los porqués




 

Aplaudo 
cuando esparce  respuestas 
cuando luce hilos rotos de pensamiento,
un nudo de porqués infantiles o
flecos que mimbrean jugando 
con la moral.

Me desnudan sus preguntas
con  impúdica mirada que
no conoce la duda, ni los juicios, ni
los momentos idóneos.

Me apabulla, me ata
mientras me remuevo para soltarme.
Le pido un poco más
cuando necesito que pare un momento.

El incendio que me provoca
es una pura adicción que
me obliga a pactar con el tiempo
mientras me lanza a vivir sin descanso
a deambular sobre un puzle
e indagar  en todas las piezas.

Me llena de sabores
que atrapo con la yema de los dedos
en los rincones 
de un texto 
en el suave fluir de la mirada cuando 
camina lenta
sobre el borde de las cosas,
cuando interrogo unos labios
una textura, una sombra o
una luz 
que parpadea.

Se ha recluido conmigo
y le entrego cada noche lo que soy.
Sé que viene de muy lejos.
Atesoro un hechizo antiguo
que iniciaron otros que 
miraron más arriba.

Ahora,
en las  mañanas más turbias,
frente al oleaje del tiempo, pienso
si seré capaz, 
bendita curiosidad,
de mantenerte a mi lado, porque
esa pregunta
                                     me salva.  



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