Entre las tejas tranquilas
las ramas del moral.
Sus hojas mecen la luz de mayo al son palpitante del jilguero
un soplo prende
la hiedra del arriate de otro olivo domesticado mientrasel joven limonero
blande sus espinas, lanzas
en un duelo contra molinos
de insectos
los nidos, el porche, los
recovecos
aguardan a las golondrinas
que vuelven siempre
como cada tren.
De nuevo la primavera,
por qué
se me ha pegado el
invierno
el día rebosa persistencia
pero
cuanta más, más me cerca
el veneno de la tierra.
Tras cada destello, el
olor de la sombra.
las ramas del moral.
Sus hojas mecen la luz de mayo
un soplo prende
la hiedra del arriate de
blande sus espinas, lanzas
en un duelo contra molinos
de insectos
los nidos, el porche, los recovecos
aguardan a las golondrinas
que vuelven siempre
como cada tren.
De nuevo la primavera,
por qué
se me ha pegado el invierno
el día rebosa persistencia pero
cuanta más, más me cerca
el veneno de la tierra.
Tras cada destello, el olor de la sombra.
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