miércoles, 4 de agosto de 2021

Trampas ambulantes




Como la cebolla fresca
o el rico melocotón vendo 
mis imposibles.
Voceo por las calles y me paro 
en cada esquina
buscándoles compradores.

Quiero aligerar la carga
volver libre 
y olvidarme de deudas y balanzas.
Quiero perder del todo
lo ya perdido 
y estrenar un aire 
que mande el vértigo a paseo
que ordene mis pasos con rima
que me envuelva y zarandee.

No quiero morderme más uñas 
ni picar el anzuelo 
de las preguntas oscuras.
No quiero parar hasta deslizarme.
Quiero detener el sol y
sostenerle la mirada
quiero apostar al caballo ganador. Por eso 
me armo 
me repongo entre los espejos y 
busco pinturas de guerra.

Cuando llego hasta el umbral del coraje
miro la punta de mis pies y
pensándolo dos veces
doy el paso decisivo.

Y lo atravieso. 

Así, una y otra vez.