miércoles, 16 de diciembre de 2020

Allí, la siesta

 



Se apagan las gargantas, las ventanas, las cacerolas.
El almuerzo transita entre los poros
y en la espalda
un blues cabecea sentimental.

No hay pájaros,
no hay aire en la calle.
Las cortinas se restriegan el sol 
en esta liturgia de intenciones aplazadas, 
de cuerpos diluidos.

Nada impide
escuchar los pulsos secretos.



jueves, 19 de noviembre de 2020

Banco blanco




El parto da a luz
a una ausencia indeleble 
y sus pechos 
                    se despeñan 
                                       como piedras.

El llanto estalla por los pezones
que anhelan labios oscuros.

El dolor le impide respirar 
el sinsentido de sus brazos 
deshabitados.

Ningún salvavidas para la hembra rota.

Sólo una ofrenda blanca
le lanza un eslabón al 
duelo,
un sentido 
que amamanta el mañana de otro ser
y apacigua su yo 
desconsolado.





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miércoles, 11 de noviembre de 2020

martes, 27 de octubre de 2020

Provocación

 




Cuelga la ropa en la ventana y
aguanta el vértigo.

Esconde el diccionario.
Inventa las piedras
y los ojos
y los signos del Zodíaco.

Saca la cabeza de su placenta.
Descubre el lugar 
donde leer del revés el almanaque.

Sigue tu esquela, no desvíes la ruta 
hasta encontrar la llave 
en lo alto del silencio. 

Y abre
y perfora en el erial 
agujeros de oxígeno y letanías limpias
que te liberen de los ecos ancestrales.



lunes, 26 de octubre de 2020

Tapabocas

 



Se han descolgado las orejas
y los ojos cubren los huecos horadados.

Las palabras luchan
se baten por los acentos
persiguen la conquista de su sentido
recorren heridas la distancia. 
Algunas caen, otras 
transforman la metralla de los puntos suspensivos.

Nada se comprende.
La rabia se ahoga en el sudor 
se huele el aliento 
vencido.

Sin otro remedio que respirar
grita.
                                                                 



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sábado, 12 de septiembre de 2020

Agosto enmascarado

 


A media noche
sorprendo a la luna 
en las arrugas del patio.

La mesa, las sillas, el pozo
blancos de silencio.
Quietas las sombras,
mudos los pájaros,
insomne el olor amarillo del trigal.

Sólo las hojas de la morera
barajan la luz entre las ramas.
Sólo ese tiempo perpetuo
salva este verano sin labios.

Selene 
devuelve el ardor 
a tantos besos encerrados.


viernes, 4 de septiembre de 2020

Viaje inacabado


El temor embarra la vereda de curvas ancestrales
precipicios como postes / tras/ los/ cristales/ del/ tren
sobresaltos sin aviso

Agarro mi estómago a las neuronas más firmes
y me sostengo para no despeñarme.
El miedo sopla de costado
silba engreído su babosa sinfonía
y zarandea mis ataduras.

Braceo en cada esfuerzo 
para recobrar el sitio
aguantar la embestida
conquistar la posición primera

Braceo para atreverme 

Herida
me siento en los bordes de la batalla
atenta 
a la siguiente curva fantasmal.


lunes, 3 de agosto de 2020

Ayer tarde




                                                                                A tí


El pueblo era más pequeño que tú.
Tus alas no cabían por sus calles
y el brillo indómito de tu pelo deslumbraba 
las ventanas venenosas de las casas.

Nuestras risas merendaban en la acera
entre pasos de baile y flores de pan y quesico.
Una aventura  cada tarde hasta que
ardieron en la alameda los primeros cigarrillos
y los amores desconcertaron a la amistad.

El tiempo enfrió la niñez y
se nublaron los recuerdos 
pero los lazos 
rescataron las miradas.

Una mujer sigue agarrada a sus alas de colores.
Poderosa, muerde cada palabra, 
cada instante, cada gesto.Me abraza
con sus plumas imbatibles 
y su perfume rebelde me devuelve 
a tí, mi amiga 
Mari Paz.




jueves, 23 de julio de 2020

La última calle





La tarde baja muda la cuesta.
Aún se encuentran por las esquinas 
tus ojos agarrados a los nuestros,
tu sonrisa militante,
el vendaval de tu voz.

Flores blancas te siguen 
mientras se derrumba el aire.

El verano rompe su solsticio.
Una herida levanta cada mañana
desde que te has ido
hasta que tu memoria
germina semillas en cada lágrima
y brotan de nuevo las margaritas.

Cada aurora se ilumina con ese brillo tuyo
que se cuela en mi ventana.
Y despierto
con la dicha de haberte vivido.



jueves, 4 de junio de 2020

Ssshhh



El pensamiento impide adentrarse 
en la gruta de la calma
apartase del pestañeo de la impaciencia.

Un vértigo se filtra en la marea.
Sueña el deseo con palabras transparentes
melodías de quietud, susurros de eternidad.

El tiempo roza el paso del aire
los recodos de la luz
el ritmo de la sangre
el rasgueo de la mirada en la punta de los dedos
hasta quedarse
a respirar como si la función comenzara
y se escucharan las voces del cosmos
la duración del instante
el principio
y el final.



lunes, 11 de mayo de 2020

Precipicio



A la hora en que el paisaje se aparta y salpica la oscuridad
puedo escribir los versos más tristes a la orilla de mi aliento
con las luces que sombrean entre las ramas negras de la sospecha.

Arrojo la mirada a los tonos de la noche
como si entrara voluntaria en la prisión
y aplastara con la frente los cristales encendidos
hasta que esta soledad escupa las costras de las horas muertas.

Desfilan  ritos y estandartes y 
la fiebre entra en el color de los renglones,
deliran juramentos y sentencias,
mentiras de osada frivolidad.

Tiempos feroces de pandemia.
Política de máscaras y bufidos.
Realidad rota, perversa, sucia.
              Renacimiento remoto

A la hora en que el paisaje se aparta y
nos ciega la oscuridad
puedo escribir los versos más tristes a la orilla de mi aliento.
A esta hora en que
la vida de muchos vale muy poco
y nosotros, sin saberlo.



viernes, 24 de abril de 2020

El cajón de los pañuelos




Me pasa que
cuando los miro encuentro el color de la estación precisa
me pasa que cada uno me atrapa con su vaivén
me pasa que se revuelven en un loco mar sin mareas
me pasa que se me abrazan antes de poder salir.

Me pasa que los pequeños se arrugan entre los grandes
que los de rojo saltan más que los demás
que aquel de lana no se entiende con mi cuello
que las bufandas se empeñan en persistir.

Me pasa que cuando llueve todos bailan en mi pelo
que con el sol ellos diluyen su luz
que les huelo cada día y sin quererlo
les recuerdo a cada uno en un lugar.

Me pasa que todos juntos son la agenda de mi historia
que entre sus pliegues ellos  me hacen especial
que ahora a mis años son la crema en mis arrugas
me pasa que con el tiempo me han llegado a definir.

Me pasa que ya mis días son como mis pañuelos
que me envuelven que me agarran que me empujan que me dan
sus horas llenas de brisa de mil colores preñada
colores que elijo atenta para no desentonar.

Mis pañuelos son yo misma
mis matices mi verdad.

sábado, 18 de abril de 2020

Un año más




Quiero decírtelo todo y se asustan las palabras
Se quedan quietas, desnudas, mostrando su mejor cara.
Saben que el reto es enorme, saben que la altura es tanta
que no alcanzan a volar juntas,
el desafío las espanta.

Cada día que lo intento la impotencia me atenaza.
Cómo expresar que te adoro y
lo que me sobresalta cada vez que pienso en ti,
siempre que te siento, hermana, como parte de mi vida,
como empuje, como lanza.

Te adivino en una estrella, en mi planeta, en mi matria
en mi historia, en mi refugio, 
en la suavidad del ala que me arrulla y me protege, 
que cuando no está, me falta,
que responde silenciosa con amor y sin tardanza
cada vez que alguien requiere de  su ayuda y su bonanza.

Qué suerte tengo en la vida
 pues te llevo siempre, hermana,
ensartada como perla a las costuras del alma.

Quiero decírtelo todo
y se asustan las palabras.

jueves, 16 de abril de 2020

¿Dónde las dejé?





De la nariz despegó su último vuelo al acostarse.
Se había desabrochado el sostén de la mirada.

El despertar fue un correr de manos indecisas,
de parpadeos perdidos  por la mesita de al lado.
Necesitaba esos hilos de cristal 
para abotonar  cada imagen a sus colores perfectos,
para esparcir los acentos y amasar las siluetas,
para untar la pomada del primer vistazo.

Sus pestañas ondearon como las banderas bajo la lluvia,
se avivaba los párpados con los dedos para acercarse el paisaje,
tanteó  unos pasos y enhebró las primeras líneas
pero una esquizofrenia oculta desdoblaba el  lagrimal.

Fue a buscar a tientas los tiradores y los picos de la mesa,
a revolver los cojines,
a arrodillarse y tocar en la alfombra los dibujos,
a desnudar cajones, a levantar bien las tapas,
a deshojar la prensa caduca.

Y a rumiar.

Repasando la última vez,
divisando el último paso,
derramando el último soplo.

Cuando vuelve a la mesita las intuye entre sus libros.
Discute con la memoria y tira de ellas con lentitud.
Las pasea por las sienes, las abrocha en los oídos y se las calza en la nariz.
Resetea el sistema, 
elige la mirada, 
ajusta su retina

vuelve  a respirar.

No puede encontrarse
sin ellas.

Al alba




Con los sueños anudados
estornudo el aire preso de la noche.

A tragos llega la madrugada.
Un olor tostado se pega 
al cuello de mis bostezos,
venero este nido caliente 
entre las palmas de las manos
y permanezco muda
como una moneda en la fuente verdosa
gozando la soledad de este sorbo 
de penumbra.

Por la ventana entra 
un fino encaje de luz 
hasta el borde de los ojos,
se mueve en silencio, dócil 
como el titubeo de una cortina.
En la estancia ya reptan las sombras,
escuadrones de espejos
agazapados.

Un sosiego vela esta coexistencia 
hasta que el sol 
irrumpe con su néctar redondo y tajante
provocando con descaro la mañana.

Marchita de luz la noche 
se vuelve, poco a poco
a la alcoba fría.



viernes, 3 de abril de 2020

Reclamación




Señor 2020:
Con fecha 31 de diciembre de 2019, le hice reserva, a las 12 de la noche, de un próspero y feliz año nuevo con las siguientes especificaciones acordadas:
       - Salud garantizada para seguir la vida.
       - Dinero necesario, para no hablar de él y
       - Amor, en papel celofán, atado con una sorpresa.
Además, se ampliaron nuevas cláusulas para este periodo anual:
         - Jornadas de degustación de aromas en tardes de primavera con lluvia de almendros y nidos de golondrina.
         - Tardes de siesta a la sombra del Retiro ojeando las  historias en la fiesta del lector.
         - Encuentros imprevistos que alivian nuestros labios, abrillantan nuestros ojos y nos refrescan la piel.
         - Caminos por talleres y clases convenidas, planeando en las palabras, aproximando lenguajes, dispuestos a despegar.
No obstante, y contrariamente a nuestro acuerdo, como consecuencia, sin duda, de una falta de previsión suya, la situación actual de confinamiento ha alterado los criterios,
lo que afecta, de una manera determinante,
en el estado de las auroras, en el fondo de las pupilas, en el tono al caminar , en la velocidad cuando mastico y en el agua cuando bebo, en la ropa que me pongo y en las ganas de reír, en la alergia ante el olivo, en el sabor de la carne, en las agujas del tiempo, en el hambre de besar
así como en la confianza depositada en su gestión.
Por todo ello, solicito indemnización del perjuicio ocasionado.
En espera de una respuesta satisfactoria para todos, deseo una pronta solución de los acuerdos contratados ya que de lo contrario adoptaría las locuras oportunas .

Le saluda esperanzadamente,  
                                                         
                                            Su afectada  situación.



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sábado, 21 de marzo de 2020

2020 letras confinadas




Hoy es el día de la poesía y llueve.
Seguimos confinados.
Es primavera
y las palabras no tienen canción.

Mis pulmones se vacían del aroma de los narcisos. 
Otros pulmones se resecan
en los hospitales.

No puedo escarbar entre las lágrimas que, asustadas en los balcones,
contienen el pavor que las sujeta.
No puedo, ni siquiera, perderme entre los ritos, entre agujas del reloj desconcertadas
en la locura de atardeceres inútiles.

Hoy es el día de la poesía.
Sigo volcada en la tecla que me salve.
Cada verso es un clamor, un puñetazo en la mesa,
un empujón de equilibrio en nuestros miedos.
No hay otro escondite posible
para almas desabastecidas.

Hoy es el día de la poesía 
y, otra vez,
sólo ella en la defensa.






miércoles, 18 de marzo de 2020

Enemigo íntimo (Conversación).




Ciudadano COVID 19, perdona que te moleste. Sé que andas muy ocupado.
Tu esfera gira por todo el planeta 
como protagonista de un vivo programa infantil.

¿Por eso nos ha costado tanto sentir tu amenaza, 
tus oscuras intenciones, tu plan devastador?.

Te excita infectar el mundo.
Tranquilamente, puerta a puerta, pulmón tras pulmón.
Mano a mano hacerte fuerte entre nosotros.

Detrás te seguirán otros, ciudadano COVID 19.
El crac económico junta las piezas contigo,
el paro baila contigo, 
la miseria se pavonea contigo.
Compañeros de jarana. Todos con las mismas mañas, 
con la misma injusticia por veneno. Porque aunque corras sin fronteras, sin dioses, ni colores de la piel
sabemos en quien  te cebas, 
quien tendrá más pesadillas, quien sufrirá sin final. 

Pobres países pobres, 
pobres barrios pobres,
pobres neveras pobres,
pobres toses pobres.

Divide y vencerás es tu estrategia. La conocemos. 
Otros han llegado antes que tú. 
Otras guerras, otras plagas.
Siempre es lo mismo.

Nos distancias, nos encierras, abres la espita del miedo 
e inoculas instintos egoístas en algunos de nosotros.
Para desestabilizarnos, para que aumente la alarma y disminuya la fuerza 
que tenemos en plural.

Eres novato, ciudadano COVID 19.
Poco te has documentado, nada sabes del rival.
No somos murciélagos, tampoco peces, ni siquiera insectos.
Es la especie humana la que tienes enfrente.
Por vez primera nos desafías. Desconoces nuestro vigor. 
¡Qué torpeza, amigo!.

Tu misión es resistir. La nuestra es pelear.
Nuestro armamento se autogenera ante la amenaza.
Somos ingeniosos, tenemos compasión  
y un arrojo inagotable para defender la vida.
Esto nos convierte en los padres del planeta.

Nos vinculamos a pesar de paredes y distancias,
con disparos de humor ahuyentamos nuestros miedos,
tazones grandes de afecto alimentan nuestras fuerzas,
con reservas de empatía vencemos la soledad.
Soplamos juntos para levantar el ánimo abatido.

No. No es fácil pelear contra nosotros.
Son 100.000 años sobre la Tierra.

Ciudadano COVID 19, 
quién crees que va a ganar la batalla.



Trigo limpio



Espigas fecundas de olor
caliente y dorado,
brincos de saltamontes
camuflados en la mies.
Trillo de julio,
clavo de sudor y calina
en el sombrero de paja,
en los nudos del pañuelo
en los párpados del sol.

Espigas mudas, sometidas,
asumiendo la cosecha hasta
bautizarse en pan
Tierra de mares perpetuos,
oleajes de vendaval, 
noches de sonajeros
de silencio infinito,
tiempo varado,
bocanada en la piel.

Llanura sola.
Llanura seca.
Llanura tanta.
                   Eternamente llanura.
                                              Espigas eternamente



viernes, 6 de marzo de 2020

8 de marzo




Y si empiezo a verme entera
a no contar las arrugas
a no estirarme la cara
a no buscar otra luz.

Y si empiezo a pintarme
para no tapar mis labios
para no borrar las líneas
para no tachar la edad

Y si empiezo a jugar con mis pestañas
a reir con mis dientes manchados
a cantar con mis ruidos de mar
a correr por la frente infinita
a besar con el pulso de un blues

a bailar con los pies mientras sueño
a girar desde el centro hacia mí

Y si empiezo deshaciendo esa máscara joven 
acariciándome el cuerpo
llenándome entera de mí
destapando caminos velados
sacudiendo  prejuicios remotos
creyéndome en igualdad.

Y si empiezo a decirme
ya basta
ya toca

Y si empiezo...






jueves, 6 de febrero de 2020

Castillo de naipes


Alcanzo los ocho pasos hasta la verja
y la llave gira
bailando al ritmo de mis latidos.
Atravieso el jardín con el aroma del naranjo
en mi cerebro enamorado.
Cada momento me abrasa.

El ascensor detiene los instantes de una angustia
atrapada en la impaciencia de tenerte.
Fundir nuestras miradas,
envolvernos sin cordura y
cabalgar.

Empuño la llave
y disparo las cuatro vueltas.
Asalto el kilim turco de la entrada. Entonces
pataleo tu ausencia,
otra vez
la que no falla.



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