Llega rebosando ganas, su aliento
envuelve de seda mi nuca.
Nos cogemos del brazo y
echamos a andar al tiempo
por la acera del sol, apartando
el velo pegajoso de otro invierno.
Avanzamos saltando por la boca
como la espuma de las olas
cuando el viento.
Es que sus labios
son el botón de mi sonrisa
Es que en mis canas
se desenredan sus miedos
sus olvidos
patinan en mis arrugas.
echamos a andar al tiempo
por la acera del sol, apartando
el velo pegajoso de otro invierno.
La artrosis de la rodilla se queda
en el primer paso de cebra.
en el primer paso de cebra.
como la espuma de las olas
cuando el viento.
Es que sus labios
son el botón de mi sonrisa
Es que en mis canas
se desenredan sus miedos
sus olvidos
patinan en mis arrugas.
Es que juntas
cocinamos hasta quemarlas
todas las encuestas sobre las mujeres viejas.
Y cuando la ausencia, el temblor, la lluvia
se presentan a deshora
su brazo me arrastra con tiento y
esquivamos las agujas.
se presentan a deshora
su brazo me arrastra con tiento y
esquivamos las agujas.
Hoy, como tantas veces,
con un sinmás en los ojos
nos hemos quedado al sol
con un sinmás en los ojos
nos hemos quedado al sol
y a la mañana
que nos está dando tanto.
que nos está dando tanto.
¡Gracias! ¡Maravilloso poema!
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