martes, 12 de octubre de 2021

Oscilaciones

 


Entra el otoño hasta el patio y el trajín de la vieja teja  es continuo.El tejado se está mudando a bocanadas de viento, derrama al suelo los huesos de aceituna y recibe las primeras hojas amarillas del moral.
La vieja teja, como ella, se tambalea sobre la pendiente en equilibrios precarios.
Aurora la vigila cada día desde su silla de ruedas. Calcula la fuerza de cada apretón del aire, el empuje del último chaparrón o el insistente repiqueteo de los pájaros por las hendiduras.
A veces cree que, como ella, la teja aguantará poco, que acabará por caer partiéndose en mil pedazos.
Aurora la sostiene con la fuerza de su mirada, con la intención de que resista, igual que ella, los envites.

Al amanecer, los golpes de la contraventana la despiertan.
Sube a la silla de ruedas y sale enseguida al patio.
La vieja teja oscila de borde a borde como una loca. Parece a punto de caer. Entonces, Aurora pone sus manos sobre las ruedas y avanza al lugar exacto.

5 comentarios:

  1. Precioso. Me encanta la metáfora que está detrás de todo el relato. El detalle de los huesos de aceituna, y el cuidado que pone Aurora en estar presente en el (su) desenlace. Cuánta ternura.

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    1. De cuidados y ternura, tú sabes mucho. De metáforas también. Muchas gracias. Un abrazo enorme.

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  2. Muy bien Maruja
    Gracias por tus envios
    No sabia que tenias un blog
    Seguiremos tus relatos
    Abrazos cristeños
    Lazaro

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  3. Me gusta Oscilaciones
    Lo encuentro con una gran fuerza poética existencial
    Las cosas pequeñas siempre nos llegan pero es muy difícil narrar las pequeñas emociones y darles una dimensión universal, global que decimos ahora
    Enhorabuena y abrazos, se nota la tierra de Cervantes

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    1. Muchas gracias por tu lectura. Estoy deseando hablar contigo de escritura. Un abrazo fuerte

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