en colores y pisadas nebulosas
fugaces sombras se apagan
antes de abrazar la tierra.
antes de abrazar la tierra.
Lentas pierden el paso, olvidan
el giro de las estatuas y el descenso
por los muros resignados.
el giro de las estatuas y el descenso
por los muros resignados.
La ropa mojada pende de las costuras
se balancea al son del viejo toldo
mientras, respiro
la mansedumbre de las hojas
bajo la guarda del viento
persigo la caída muda de la luz
en los pliegues de la tarde, añoro
en los pliegues de la tarde, añoro
el destierro incipiente de la luna
el abandono de los ojos entornados,
protejo con mi cuerpo la quietud.
el abandono de los ojos entornados,
protejo con mi cuerpo la quietud.
Mas, golpean en mi cabeza
unas ansias invasoras que buscan
otras penumbras
otros silencios
en la voz de las palabras. Entonces
echo a correr
la tinta.
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