lunes, 30 de junio de 2025

A la puerta de cada día



Tú,
que resistes por los siglos el zarandeo de los impotentes,
permítenos entrar en las habitaciones propias, y permítenos salir
del corredor del frío
porque tuyo es el poder
la inmunidad del fantasma que nos tienta.
 
Y no podemos caer,
no hay más remedio
que hacer filigranas contracorriente, atravesarte, empujarnos
empujarte más         abierto el cuerpo,
filigranas de mayor cintura,
que el movimiento nuestro haga suya la acrobacia
hasta que respirar no culpe. Y allí
quebrarte la raíz que nos enreda.
 
Propongámonos
desde los dientes 
escapar
a tiempo
de sacar del pan nuestro fuego de cada día.

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