tan seca y tan harinosa a dónde
aquellas calles sin mapas ni travesías a quién
tanto edificio a qué
tantas ventanas
que se abren o se rompen solas
sin persianas ni luz ni pasillos
sin grafitis ni macetas bocas solo bocas
detrás de los huecos
chupando la sombra la humedad los destellos y de repente
floto sobre cientos de ojosfloto
espitas gigantes sofocando otro miedo y
el suelo se desvanece y
comienza la caída
que me saca
de mi cuerpo y
en lo profundo
ya no respiro
ya no siento
ya no existo
ya no respiro
ya no siento
ya no existo
me disuelvo


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