HABLANDO SOLO NO SE ENTIENDE LA GENTE
-Te esperé en el banco de la calle Paris, al lado de la rotonda, a las 4, donde me prometiste que estarías puntual. Pero, como siempre, los problemas de nuestra hija te importaron un pimiento.
- Oye, que yo estuve allí a la hora en punto y no vi a nadie. Incluso el guardia jurado de la sucursal del Banco me aseguró que no había visto pasar por allí a ninguna persona como tú.
-¿De qué banco me hablas?
-¿De qué banco me hablas tú?
- Siento que vamos a necesitar un traductor
-¿Y no sientes utilizar una palabra como excusa?
Muy temprano, Sor María acerca los mantecados al Seminario y se encuentra al Padre Alberto de frente.
Le desmorona sentirse mujer cada vez que se miran y siente esos roces juguetones que repiten al saludarse.
Mientras colocan los dulces en la despensa del fondo, ella conduce la mano del padre Alberto hasta sus labios y le roba cada grano de azúcar que se le había pegado a los dedos, con la punta de su lengua. El, suavemente, retrasa la mano de Sor María y la suspende entre las suyas en medio del aire retador que los envuelve.
Los ojos, mientras, siguen calibrando el claroscuro de su deseo.
Los pies no saben si avanzar o retroceder.
TEORÍA DE-MENTE
Mi autismo, grado 1, se atiende en la clase amarilla del 2º piso; tiene un cartel cuadrado y colocado exasperantemente torcido; pone Apoyo, junto a la clase de 3º de la ESO. Mi objetivo 3.2.1 para este trimestre es la utilización de “frases trampa”. Así las llamo yo.
- Hola, Rubén. ¿Te has puesto las pilas hoy?
- Buenos días, profesora. Vete a freír espárragos
- Pero, Rubén, eso no es correcto.
- Haré la vista gorda, entonces.
- Que no, Rubén, piensa un poco… ¿Te has puesto las pilas hoy?
- Vale, ya he pensado: ¡No!... Me he puesto las botas. ¿A que ahora he acertado, profesora?
- Esto…
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