(Con permiso de
Gloria Fuertes)
Hay un dolor colgando
del techo de mi alcoba.
Llegó de noche y no lo vi,
se enredó entre mis grietas.
Huele a crema de afeitar
y a caramelos de menta.
Al tocarlo, se estremece
viene,va, se desenreda y
me rodea de mañanas en la lumbre y
se sienta por las tardes en la puerta.
Ya no sé qué hacer con él.
Le quito el polvo, la ausencia,
lo disfrazo de recuerdo y
lo empapo de querencia
para que mezcle los mimos de antaño
con este pesar mío.Y se duerma
dejándome su perfume
sobre la mesita negra.
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Maruja, escribes muy bien.
ResponderEliminarTus poemas son buenos.
Muchas gracias
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