martes, 26 de septiembre de 2023

Aguantadoras




Los labios ya no actúan
regresa la saliva
descansa en el borde
la zozobra de sus bocas

Uñas maquilladas de dinero
levantan la copa 
de otra noche que remata.
!Arriba!
como un trofeo de carnaval
como el cáliz consagrado de algún templo.
Abajo
un continente no para de vaciarse.

Trago frente a trago se camuflan 
fantasmas escondiéndose en las grietas.
Las murallas se tambalean,
el calor disuelve 
el hielo 
de sus miedos.

A solas
esa copa es 
la que toman al salir de los hoteles 
su liturgia al origen
que les sacude de tanto polvo y les recuerda 
para qué ponen el cuerpo.

Así,
sostenerse, al menos. 


3 comentarios:

  1. ¡Qué duro! Imagino con cada verso sus vidas. Me gusta especialmente ese guiño al norte y al sur, es magnífico. Un abrazo amiga

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