lunes, 30 de diciembre de 2019
La fecha
Carámbanos en la estación,
preludio de lejanías
en las esquinas buidas
del recuerdo.
Tu tumulto y el mío
apuraban la tarde
celebrando los destellos
de la noche demorada
mientras
las bocas revolvían olas y
sujetaban el instante
a dentelladas.
Como los carámbanos de la estación
desapareciste
y comenzó un futuro sin relojes.
Fue un día triste
miércoles, 30 de octubre de 2019
Recordándote
(Con permiso de
Gloria Fuertes)
Hay un dolor colgando
del techo de mi alcoba.
Llegó de noche y no lo vi,
se enredó entre mis grietas.
Huele a crema de afeitar
y a caramelos de menta.
Al tocarlo, se estremece
viene,va, se desenreda y
me rodea de mañanas en la lumbre y
se sienta por las tardes en la puerta.
Ya no sé qué hacer con él.
Le quito el polvo, la ausencia,
lo disfrazo de recuerdo y
lo empapo de querencia
para que mezcle los mimos de antaño
con este pesar mío.Y se duerma
dejándome su perfume
sobre la mesita negra.
.
sábado, 26 de octubre de 2019
Abanico
Había subido el escalón de la duda y esta mañana estaba decidida.
Su abanico
abofeteaba el aire al ritmo de su impaciencia.
Cuando él abre la puerta del baño, ella se despega de la pared del pasillo, cierra el
abanico y se le acerca: “Estoy embarazada. Voy a tener a este hijo”.
El se dirige hacia el salón, coge su abrigo y la mira por última vez.
“Estas despedida”.
“Estas despedida”.
lunes, 7 de octubre de 2019
Altavoz particular
Ha llegado el tapicero
en la puerta de su propio domicilio.
Tapizamos
ausencias antiguas y
besos desarmados,
rasguños de tristeza y
asientos de soledad,
fuerzas destartaladas,
lágrimas descoloridas,
heridas parcheadas y
golpes de dolor.
También se refuerzan
ilusiones vanas,
despertares ansiosos,
sonrisas a medio gas,
sollozos de consuelo,
miradas de quijote,
palabras indecisas y
ganas de brindar.
No deje de llamarnos.
Insista cada día.
Nuestros resultados
están garantizados.
Cada mañana me repito
una y otra vez,
¡déjales entrar!,
mientras me sacudo las telarañas.
Cada mañana me repito
una y otra vez,
¡déjales entrar!,
mientras me sacudo las telarañas.
martes, 9 de julio de 2019
Zapatillas de punta
I
Dardos de duro dolor
en los dedos derrotados.
Saltos, giros, piruetas,
barra, puntas, écartés.
La melodía la empuja
la melodía la apresa.
El espejo le devuelve
las líneas de su dolor.
Diagonal de arriba abajo
diagonal de abajo arriba.
Sus brazos pintan el aire,
el tutú le tiembla y brilla.
II
El cuello camina recto,
la barbilla se levanta,
la espalda se arquea, respira
su coreografía avanza.
Quisiera tocar el cielo,
quisiera vencer al aire
borrar de repente el miedo
quebrar de repente el baile.
Danzar libre sin miradas,
sin miradas que la turben
danzar libre sin espejos
sin espejos que la juzguen.
Soltarse las zapatillas
excarcelar los diez dedos
ablandarse la columna
agarrarse bien al suelo.
Y sentirse poderosa
acabar con esos nudos
mostrar con los pies descalzos
que su cuerpo, al fin, es suyo.
miércoles, 19 de junio de 2019
Enuresis
sacude las sábanas
cada día.
Coces al aire
deforman los pliegues
mojados y fríos.
Un galope feroz
arranca las huellas
del intestino desbocado
esconde la culpa
entre fardos de ropa nauseabunda.
Siempre la misma coz,
los mismos obstáculos,
el agotamiento.
Cada mañana
la brida de la decepción
ahoga los saltos a pelo
de su pubertad.
Cada mañana
el trote plomizo y sediento
en busca de otra noche
al fin seca
y caliente.
Acción de gracias
mi madre se bastó para alumbrarme
un domingo de verano.
Mi niñez caminó en zapatos de charol
por calles empedradas de juego y chocolate
manos donde agarrarme
espejos donde mirarme
sonrisas donde quererme.
Nací con una estrella.
A los sesenta
preparo cada día
arrancándole diamantes al tiempo
en las copas de los arboles
en el aroma del sueño
en la amiga que me invita
en el lento atardecer
en el libro que me espera
en los viejos que se aman
en las melodías del agua
en el arte de mirar
en los silencios que curan
en el apretón de manos
en cada chorro de risa
en vivir
en respirar.
Nací con una estrella.
Debo tanto
que resbalo
hacia la culpa.
hacia la culpa.
jueves, 13 de junio de 2019
Todavia
A tí
Ayer
te vi en el parque entre los castaños de mayo. Te enganchaste al camino. Mariposa
inesperada.
Entre
los árboles y a bocanadas de sol recorrimos la mañana.
Tus
manos animaban la zancada y el canto histérico de las cotorras. Tus piernas,
tenaces a pesar de las arrugas, aplastaban la tierra y se restregaban la luz.
Repasamos
juntas el dulzor de las llegadas, las rosas rojas del patio, el frescor de las esquinas, la cerveza con
limón, como cuando venías a verme; como cuando, agarradas por el brazo, el
retraso del atardecer nos regalaba rincones bajo llave.
Te
vi en el parque. Hacía dos años que te habías ido.
Aún
no soy huérfana del todo.
Aún
encuentro el olor a lumbre de tus pañuelos y resuena en mi piel la cadencia de
tu voz. Tu número sigue en las huellas de mis sueños y mantengo tu llamada cada noche. El anillo de tu mano ahora baila entre mis dedos que se agarran a los tuyos.
No.
Todavía no soy huérfana del todo.
Todavía vuelas a mi lado.
miércoles, 12 de junio de 2019
Pronóstico
A ella le
desconcertaron los resultados cuando abrió el sobre.
Ya había
preparado su vida para las dos semanas que le habían pronosticado.
Herencia
Cada
uno lleva ensartada una historia. Son pergaminos donde uno las estaciones de
mi vida.
Uno
va solo, en el dedo corazón de la mano derecha. Giró por la vida de mi madre,
cuando atravesaba su primavera. Ahora baila alrededor de mis arrugas, en este otoño mío, vistiéndolo de flores.
viernes, 7 de junio de 2019
Renacer
juraría ante el
espejo
con los noes
escondidos.
Robaría
la fuerza del
temblor,
entraría sin llamar
profanando tu
amargura
y acabaría contigo.
Porque arrancaste los
pulsos,
porque apresaste los
sueños,
porque llenaste de estiércol
los dientes,
me empapaste de
rencor.
Si empezara de nuevo
haría malabares con los
cristales rotos,
gritaría mi
juramento
y acabaría contigo.
viernes, 24 de mayo de 2019
Encuentro
La
estación de autobuses desaparece
cuando
tus ojos me roban la mirada.
De
repente
tus
pestañas me cubren
y
mis labios se adelantan a tu boca.
Tu
piel
se
cuela hasta mis muslos
donde
aguardo la savia de tus besos.
De
repente
tus
brazos aprietan mi temblor
una
coreografía urgente, violenta
un
tsunami.
De
repente.
Ya no
puedo escapar.
viernes, 15 de marzo de 2019
Erasmus
No es fácil poner la mesa
y dejar tu servilleta en el cajón,
encontrar pozos en tu armario,
despertar las perchas cada día.
La puerta
no esconde tus ojos ni tus juegos.
Habitación muda
sin portazos de juventud.
Los días caminan solos,
avanzan con prisas hacia el verano.
Noche a noche
la luz se acaba con tu recuerdo
y sueño tu voz y tu risa.
La distancia
aflora otra vez aquellos besos sonoros,
coloca, insistente, tu servilleta en la mesa
lunes, 4 de marzo de 2019
miércoles, 13 de febrero de 2019
Maternidades que duelen
Gotas de sangre en la bañera
lágrimas en el espejo
¿No tenéis niños?
¿Cuándo el momento?
Esta vez tampoco.
Lágrimas, sueños
Sexo en los médicos
medicina en tu sexo
útero frío,
útero yermo.
Calendarios tachados
hijos ajenos
búsqueda incierta
un día, otro enero...
Esta vez tampoco
lágrimas, sueños.
Vientre redondo
vientre materno.
Si reflejara ese cristal
el deseo de tu cuerpo...
Sintiéndolo todo
sintiéndolo dentro,
acunando las noches,
ofreciendo los senos.
Esta vez tampoco
lágrimas, sueños.
Llanto de ausencia
campana en silencio
rincones sin cuna
padres huérfanos.
Esta vez tampoco
lágrimas, sueños.
lunes, 4 de febrero de 2019
Despierta la migraña
Broca en el cuello
portazos en las sienes
párpados que pugnan como hermanos fratricidas.
Arados en la nuca
surcando chirriantes cervicales
de sequedad y piedras.
Migraña que ignora
la hoja del calendario
y castiga las citas necesarias.
Pozo negro de pastillas,
escondite de la luz que abrasa
y el rumor que ensordece.
Figura de arena y agua
chorreando gotas negras
en la alcoba féretro
que recibe y entierra.
Sigilosa serpiente,
arma de destrucción tramposa e invisible
que engulle el tiempo y las neuronas
fundiendo sus pálpitos luminosos
en un bucle de parálisis y nausea.
viernes, 1 de febrero de 2019
La taza de café
El 11 de enero de 2018, al llegar a su casa, sustituyó todas las tazas de siempre por tazas más altas, solas, sin plato.
¡Le ponían tan nerviosa las tazas anchas y abiertas, con ese ridículo platito de compañía!. No entendía por qué se empeñaban en usarlas así en el hospital psiquiátrico y no quería verlas nunca más y menos en su casa.
En los últimos doce meses, cada uno de sus cuatro cafés significaba un gesto importante en la rutina de cada día. Desde una lenta y perezosa puesta en marcha mañanera hasta el último café de la noche, donde se dejaba mecer sintiendo aquel líquido atravesándole desde la garganta hasta el estómago, reconfortando el cuerpo y amodorrando la mente.
Esas cuatro tazas le calmaban, le acompañaban y le organizaban.
Las limpiaba y las colocaba con sumo cuidado en la cocina, en el armario con puertas de cristal, cada una en su lugar. Acariciaba cada taza cuando la dejaba y cuando la volvía a coger al día siguiente. Las saludaba, las llamaba por su nombre, como si de mascotas silenciosas se trataran:
“Central, Gijón, Comercial, Zaranda”.
Hoy, 11 de enero de 2019 hace justo un año que es libre.
Sale a la calle. Se dirige al Starbucks situado a dos manzanas de su casa, entra animosa y acelerada y pide un café grande, con leche. Su primer café fuera de casa en mucho tiempo.
La taza caliente aparece en la barra con aquel ridículo platito de compañía.
Saca la mano del bolsillo y dispara al pecho del camarero cuatro, cinco, seis veces mientras decide “mi próxima taza se llamará Starbucks”.
lunes, 21 de enero de 2019
Bienvenida
Brotarán pequeños relatos y poemas que irán creciendo conmigo.
"Ropa tendida", será así un rincón de intimidad donde colgar todo aquello que necesite solearse.
Y que sea el aire y la luz los que lo impregnen de otros tonos y otros perfumes.
Y calmen un poco mi pudor.
Os invito a hacer sugerencias y comentarios y os lo agradezco de antemano.
Os invito a hacer sugerencias y comentarios y os lo agradezco de antemano.
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